¿RECOGES LO QUE SIEMBRAS?

¿RECOGES LO QUE SIEMBRAS? Previous item EL viaje en furgo: primera... Next item 8M: Día de la mujer

Ayer lo estuve hablando con Encarna, mi psicóloga deportiva.

Quién no ha oído alguna vez esta frase.

Parece sencillo ¿no?

Coges una semilla, la siembras, crece y pasado el tiempo recoges los frutos.

Pero, ¿realmente es así?

¿Es así de sencillo?

¿Qué creéis?

En el modo deportivo: ¿entrenas fuerte, compites y ganas? ¿Es así?

Pues no quiero decepcionaros, pero la verdad es que no. No es tan sencillo, la vida del deportista (aunque vale para cualquier ámbito) no es fácil.

Os ha pasado alguna vez que estáis entrenando fuerte, os salen las series mejor que nunca, os encontráis pletóricos, pero llega el día de la competición y…las sensaciones son horribles, no sentís esa fuerza que teníais en los entrenos, las piernas no van, y te derrumbas.

Veis, no es tan fácil, no siempre se recoge lo que se siembra.

Entrenar duro es clave Foto: ChrisAurrea

Han podido ocurrir multitud de circunstancias que nos hayan llevado a esa situación: estrés, no descansar lo suficiente, falta de sueño, mala alimentación, incertidumbres que se nos escapaban de las manos…

Tiene que estar todo muy alineado para triunfar, es un “aquí y ahora”, “una competición un día determinado, con unas condiciones determinadas y con unos rivales que están ahí en ese momento.

Cabeza y cuerpo al 100% a pesar de los millones de circunstancias que hay a tu alrededor.

Todo alineado o algo hará que no llegues a comer el fruto que andabas buscando.

Pueden ocurrir eventos que nos trastoquen (igual que pueden pasar animales por encima de las cosechas, o caer granizo o que los pajarillos se coman las semillas), y no todo salga, por tanto, no podrás recoger todo lo sembrado.

Igual ocurre con los exámenes, has podido estudiar mucho, mucho, mucho, pero ¿sacarás un 10? Puede que sí, puede que no, puede que te sepas al dedillo todo, pero justo eso en lo que dudabas, aparece en el examen y…podrás aprobar o no. Eso sí, si estudias poco, lo justo, puedes que cualquier error o fallo te haga ni aprobar.

Hay veces que nos dicen, todo el esfuerzo sale al final; y yo suelo contestar que no, no siempre sale. Y es así, no quiero sonar modo borde pero no es así.

Aunque esto ocurre y no nos debemos desmoralizar, por muy mal que nos encontremos; sin el trabajo de base, sin esa siembra seguro que no recogemos, pero a pesar de hacer todo el esfuerzo necesario para ello no siempre los frutos se pueden coger.

 

El trabajo diario es imprescindible.

Lo más importante es que disfrutemos con el día a día, que nos encante ir por ese camino, y disfrutemos de la preparación más que de la competición.

Y es que cada día debemos valorarlo.

Aprovechar cada momento, que nos guste lo que hagamos, esos entrenos orientados a un objetivo, que de pensar en la competición nos hagan sonreír.

Valorar cómo realizar cada tramo, el ritmo que llevar…

Saborear cada salida a correr, realizar el plan nutricional y saber qué comer en cada tramo. Ir preparado con las horas, las sales, los gramos de hidratos que comer cada vez… y todo ello disfrutarlo pensando en que el día de la carrera va a salir todo espléndido.

Disfrutar sufriendo del entreno 🙂 Foto: ChrisAurrea

Por que si sólo vamos buscando recoger la siembra puede que nunca lleguemos a poder sentarnos a la mesa con la cosecha.

Porque qué es esta vida si no es disfrutar cada momento, sentirnos afortunados de lo que tenemos, mirar atrás y ver lo que hemos avanzado, donde hemos llegado, dónde estamos que hace unos años ni imaginábamos.

Cada resultado es una parada más hacia nuestro siguiente destino, hasta nuestra meta final.

Si ves que cada vez todo se te hace más difícil es porque estás subiendo de nivel, estás avanzando en las pantallas de tu vida.

facebook
instagram